miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pizza de 65 ingredientes

En una pizzería en Boston, ofrecen pizzas de hasta 60 ingredientes… pero hicieron una excepción para crear una pizza con 65 ingredientes…

Esta pizzería ofrece pizzas de hasta 61 cm. de diámetro.
Algunos de los ingredientes menos comunes usados: berenjenas, anchoas, germinado de frijol, pollo a la BBQ, cilantro, piñones, berenjenas fritas, col morada, calabacitas… y los de siempre: carnes frías, quesos, hierbas, aceitunas, etc.
La pregunta es ¿estaría buena? Yo soy fan de las pizzas, pero esto ya se me hace demasiado…

Lo que nadie te dice… de tu pizzero a domicilio




  • ¿No sabes que pedir? Nosotros te ayudaremos a decidir. Y, aprovechando tu titubeo, intentaremos venderte refrescos, alitas y postres.
  • No faltan los niños que quieren hacer la broma de pedir una pizza a un lugar que no existe. Pero los atrapamos. Lo malo es cuando un adulto nos manda a un lote baldío y se cree muy chistosito.
  • Las motos se tambalean y a veces se nos caen los “extras” que ordenaste. Se comprensivo, te los repondremos.
  • Ni los hornos ni la harina son mágicos: Se necesita tiempo para que tu pizza este lista. Un poco de paciencia por favor.
  • Cuando tu pizza se tarda más de 30 minutos y te la tenemos que dar gratis. Ese dinero no nos lo cobran a los repartidores. Por si te quitaba el sueño.
  • No se vale que nos trates despóticamente, y menos cuando esta lloviendo. Piensa que ponemos en riesgo nuestras vidas conducir sobre asfalto mojado.
  • Si vives en una zona peligrosa, no cuentes con nosotros después del anochecer.
  • Imagínate que sentimos al ver que nos recibes elegantemente vestido… con una toalla. Mejor cubre tus encantos.
  • Si no nos abres la puerta, te esperaremos hasta 10 minutos, dificilmente más. Procura no quedarte dormido ni ir a la tiendita.
 
  • Las mejores propinas suelen venir de gente humilde que sabe lo que significa una jornada laboral tan pesada como la nuestra. Hay clientes que da propinas pésimas, y lo recordamos. No podemos dejar de entregarles, pero cuando meten su orden, nos echamos un volado a ver quien le toca, o mandamos al más novato.
  • A veces aprovechando que estamos ahí, los clientes nos encargan otras cosas, como ir hacerle un mandado a la esquina, o ayudarles a mover un mueble. Si esta en nuestras manos, con gusto lo haremos.
  • Por favor, considera que llevamos el cambio exacto. Así que respóndenos con honestidad cuando te preguntamos la denominación del billete con el que vas a pagar. No queremos perder nuestro tiempo consiguiendo cambio.

martes, 22 de noviembre de 2011

Pizza, deliciosa por siempre..


Poco importa que la llamen ‘pita’ en Grecia, ‘flammkuchen’ entre la población de lengua alemana o ‘rieska’ en Finlandia, porque los ingredientes básicos para la preparación de este pan blanco, de forma circular y aplastada son siempre los mismos: harina, agua y sal.

Este tipo de pan, que se usa como base o junto a los ingredientes tradicionales de las diferentes cocinas locales, aparece en todas las mesas europeas, aunque la que ha conocido mayor difusión, sobre todo en la zona del Mediterráneo, es la ‘pita’ griega y el ‘kebab’ árabe. A esta misma familia pertenece la pizza italiana. El origen del nombre aún no se conoce con exactitud, aunque hay dos hipótesis que parecen ser las más sólidas: La primera es que la palabra ‘pizza’ se remonta a la griega ‘pita’, como se le denomina a su homónima ‘focaccia’ aplastada; la segunda defiende que se trata de una derivación del participio pasado del verbo latino ‘pinsere’ (aplastar), para indicar el gesto de aplastar la masa compacta en que se convertía durante su elaboración.
Si la etimología es incierta, no lo es tanto el lugar de su nacimiento: Nápoles, de hecho, la ciudad obtuvo el pasado 3 de febrero la marca europea de calidad de alimentos tradicionales, una etiqueta que protege a las pizzas de esta ciudad de las imitaciones. Pero volvamos con su nacimiento, que tuvo lugar, concretamente, en la Torre del Greco, comunas a las puertas de esta ciudad donde en el siglo I d.c. los sarracenos (nombre con el que se conocía a los musulmanes procedentes del norte de África en época medieval), durante uno de sus saqueos, introdujeron las pizzas de farro, cereal parecido al trigo, que solían consumir. A continuación, al farro le sustituyó la harina de grano: así nació la primerísima pizza blanca, con aceite y ajo.
Fue a partir del descubrimiento de América cuando se empezó a usar el tomate. Y, de hecho, la primera pizza roja es del siglo XVIII. Así la pizza, a través de un largo viaje y una larga espera desde su nacimiento en Oriente Medio, al retorno ideal del Nuevo Mundo, se convirtió en el producto que hoy conocemos y disfrutamos en todo el mundo.

Algunos datos pizzeros



Todos saben que, cuando se trata de comida, la pizza es la reina. Pero como seguramente hay un montón de cosas sobre la pizza que no conocías, hemos preparado estos datos divertidos. Sin embargo, debemos advertirte que, para cuando hayas terminado de leerlos, ¡querrás pedir una!
Como siempre, los negocios...
La pizza es una industria que mueve $35 mil millones por año.1
 
El pizzero más rápido del mundo preparó tres pizzas grandes en sólo 46.4 segundos.
 
Los conductores de delvery de pizzas recorren 9 millones de millas cada semana sólo en los Estados Unidos. (¡Eso equivale a 37 viajes a la luna por semana!)
El domingo en que se juega el Super Bowl en EE.UU.es tradicionalmente el día más ajetreado del año. Se calcula que entregarán 1.3 millones de pizzas en todo el país el día del partido, un tercio más que durante un domingo cualquiera.
 
 

Según una encuesta aleatoria de la American Dairy Association, la pizza es el cuarto alimento más deseado después del queso, el chocolate y el helado.
 
Cada año, se venden aproximadamente 3 mil millones de pizzas en los Estados Unidos.
 
En los Estados Unidos hay aproximadamente 69,000 pizzerías.
 
Los estadounidenses comen aproximadamente 100 acres de pizza por día, o 350 rebanadas por segundo.
 
Cada hombre, mujer y niño en los Estados Unidos come un promedio de 46 rebanadas (23 libras) de pizza por año.2

Insólito – Pasa la noche sentada en silla y comiendo pizza ante cajero automático


Así pasó la noche del sábado una mujer de 50 años, en un banco Español, a quien, debido a una avería, la máquina le tragó la tarjeta y no le abonó los 600 euros solicitados.
Más de doce horas pasó Carolina Huerga apostada a la entrada del banco esperando a que llegase el servicio de mantenimiento o el director de la entidad bancaria. No estuvo sola. La acompañó su hijo y, en intervalos de tiempo, su sobrina, una amiga de ésta, agentes de la Policía Local y efectivos del Cuerpo Nacional de Policía.


«Llamé tres veces al servicio de atención al cliente y me dijeron que darían orden para arreglarlo, pero que podían tardar horas o incluso días», apunta la afectada, que decidió «no moverme de allí hasta que me solucionasen algo; no estaba dispuesta a que el cajero volviese a funcionar espontáneamente y alguien se quedase con mi dinero». Así, el espacio público de una oficina bancaria de la calle Brasil, en La Calzada, se convirtió en una improvisada estancia en la que pernoctar.
«Los dueños de un bar nos dejaron un par de sillas y mi hijo fue a por más ropa de abrigo», relata. Como el hambre apretaba, decidieron pedir una pizza. Pero no a domicilio, si no a cajero. La estupefacción del repartidor fue casi la misma que la sorpresa de los viandantes al contemplar de madrugada a una señora y un joven que habían hecho del banco su salón particular.
«La Policía estuvo en contacto permanente con nosotros y cada poco se interesaban por el problema; tanto, que llegaron a llamar al director de la sucursal a casa», explica la mujer.
A las ocho de la mañana, llegó el titular de la oficina bancaria. Después de revisar el cajero, «comprobó que la tarjeta había quedado dentro porque la estaba obstruyendo una fotografía de carné que alguien había introducido en la ranura», añade. Finalmente, la mujer pudo extraer los 600 euros deseados. Ahora, estudia emprender medidas legales.

martes, 8 de noviembre de 2011

PARA SABER

La pizza, ese invento genial


Creo que no existe nadie que se resista a una pizza bien preparada; incluso, que haya un lugar del mundo en donde no se consigan, ya sean tradicionales o variantes locales.
Con todas las combinaciones posibles de ingredientes, hay para todos los gustos y bolsillos, en todas las culturas, en todos los momentos. Una pizza bien puede ser una comida completa, un acompañante, un pasabocas, un tentempié.
Si bien su origen no se ha determinado con certeza (historias hay muchas), la pizza actual (pan plano con levadura propio del Mediterráneo, el tomate de las Américas incorporado tardíamente a la dieta europea, y el queso derretido, inicialmente de leche de yegua -cacciocavalo- y después mozzarella de búfala) surge en las cocinas humildes de Nápoles.
Los italianos que emigran a muchos países de Europa, a América y a otros continentes quienes la llevan consigo junto con las pastas del Sur de Italia, generando una identidad de país en cualquier parte del orbe. Aquellos campagno los que degustaron pizzas en Port´Alba (la primera pizzería de que se tenga noticia), en Da Michele o en Pietro e basta cosí (hoy, Pizzería Brandi, donde Raffaele Espósito creó la archifamosa Margherita como homenaje a la Reina Margherita de Savoia) la replicaron como su plato bandera por doquiera que se encontraran.
De a poco, las pizzas se fueron difundiendo por toda Italia, encontrando después de la Segunda Guerra el apogeo que ya vivía en Nueva York por cuenta de los inmigrantes italianos, y que se disparó con el regreso de los soldados gringos destacados en Italia; en la Piccola Italia persisten sitios que se mantienen tal como los abrieron sus primeros dueños.
A raíz del creciente consumo, son los italoamericanos quienes emprenden en grande el negocio de las pizzerías como otra "fastfood" (franquicias y cadenas), compitiéndole de tú a tú a las hamburguesas y a los "hotdogs" como comidas representativas de la cultura estadounidense.
Mientras tanto, algunos puristas, escandalizados por las distorsiones culinarias de los americanos (algunas demasiado exóticas) y de los mismos italianos, fundan en 1984 la "AssociazioneVerace Pizza Napoletana" (Asociación de la auténtica pizza napolitana) con el propósito de preservar la tradición del mezzogiorno italiano: de hecho, solo reconocen 2 tipos de "pizza buona": la marinara (de tomates, orégano, ajo y aceite de oliva, sin queso) y la Margherita (tomate, mozzarella y albahaca), que deben ser elaboradas siguiendo un código particular y estrictas reglas de preparación, tal como se hace tradicionalmente en la pizzerías del centro histórico de Nápoles. Esta forma de hornear le mereció a la pizza napolitana la Denominación de Origen concedida por la Unión Europea en 2009.
En Argentina, las grandes inmigraciones de italianos afincaron para siempre la pizza en el menú diario; se dice que en Buenos Aires hay más pizzerías que parrillas. Pueden degustarse pizzas "a la piedra" (masa delgada, crocante) o la de molde (masa algo gruesa), con ingredientes clásicos unas, autóctonos otras y contemporáneos algunas más, sea al horno, a la parrilla o en la sartén algunas veces, pero siempre respetando las raíces y los patrones de su madre patria, sin caer en los excesos que a veces vemos por estos lares; en las barriadas bonaerenses se consiguen manjares únicos y formidables, sabiendo que de todos modos las que más se consumen en la ciudad son la "muzza" y la "napolitana", además de la fugazza y los "calzoni". Cada argentino es director técnico de la albiceleste y conoce donde hacen "la mejor pizza": es muy difícil elegir un solo sitio.
Tal es el culto gaucho a este cotidiano plato, que en la pizzería "Don Luis (Córdoba) inauguró el que puede ser el primer Museo de la Pizza en el mundo. Incluso, algunos críticos gastronómicos se atreven a decir que hay mejor pizza en Argentina que en Italia. Tal vez diferentes, puede ser cuestión de gustos y costumbres; difícil establecerlo…
Como en el resto del planeta, en Colombia hay desde pizzerías gourmet hasta las esquineras ambulantes, de tanta variedad como pizzeros existen; entre excelentes y pésimas; carísimas o muy baratas; de estilo italiano o de corte norteamericano, con el toque criollo en la mayoría de los casos, oscilando también entre el culto al manjar napolitano y el rebusque diario para muchos. De todos modos, que bueno saber que en cada cuadra de las capitales y en cada población de nuestra geografía es posible saborear pizza, tal vez la más importante, nutritiva y balanceada comida rápida que exista.
La eterna pelea de cuál es la mejor nunca se dará por terminada; los puristas de la pizza no aceptan las preparaciones modernas con frutas y dulces, o con ingredientes ajenos a la cultura y tradición italianas, y muchos no dan importancia a estos detalles. La guerra está declarada, y en ella ganan los adeptos del universal manjar; en todo caso, la mejor pizza es la que a cada quien le guste más, sin dar muchos rodeos o explicaciones.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Pizza y vino

La pizza es uno de los platos más populares en el mundo entero, desde sus inicios en la ciudad de Nápoles hasta nuestros días ha ido avanzando y tomando por asalto los paladares de toda la orbe.

Existen una variedad increíble de tipos de pizza, las cuales varían por sus ingredientes y su preparación, pero la pregunta de siempre es: ¿con qué maridamos la pizza?, la respuesta como en muchas comidas se resume en cuatro letras: “vino”.
La mayoría de las pizzas llevan jamón, salami u otros embutidos, los cuales maridan estupendamente con el vino, y el ingrediente infaltable es sin duda el queso, otro amigo fiel del vino, y por estas premisas el vino se convierte en el mejor acompañante de la pizza sin discusión alguna.
Qué pizza, qué vino
Ahora empecemos una eterna discusión de la cual no creemos tener la última palabra, pero sí podemos echar una mano sobre el tema de la pizza y su maridaje perfecto, al final tú siempre vas a tener la última palabra.

Pizza Margarita – Sin duda la pizza más popular de todas, simplicidad y sabor en cada bocado, esta pizza que lleva tomate, albahaca, aceite de oliva y queso. Esta pizza marida estupendamente con un vino tinto suave, ya que no queremos opacar el sabor de la albahaca,  un Syrah sería nuestro vino.

Pizza con anchoas – Las anchoas tienen un sabor fuerte y profundo que reina en la pizza, en este delicioso plato debemos optar por un vino blanco  como un buen Chardonnay o Pinot noir serían nuestros vinos.

Pizza con carnes – Aunque este tipo de pizza es relativamente una creación nueva, ya conquistó a muchos fanáticos de las pizzas. En este caso recomendamos Merlot: su suavidad combinará bien con la carne y el queso sin quitarle protagonismo.

Pizzas con frutas – Denominadas en algunos lugares como “pizzas hawaianas”, estas suelen incluir piña, melocotón y otras frutas. En este caso debemos seguir con esta línea y usar un vino de postre, un tinto semiseco. Aquí recomendamos algún Borgoña  o un Zinfandel ligeramente frío.

Pizza de queso y tomate – Se dice que la pizza empezó así, con estos dos ingredientes que suelen aparecer mucho en la gastronomía italiana. Esta simple pero exquisita pizza nos abre un abanico grande de posibilidades de maridaje. Sin duda debe ser un buen vino tinto: Syrah o Cabernet Sauvignon vendrían bien.
Bueno acabamos esta humilde selección de maridajes con la pizza, le recordamos que no existe mejor maridaje que al que a ti te gusta, te  invitamos a probar y experimentar, distintas combinaciones con distintos vinos.